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viernes, 11 de abril de 2008

El IGECIP y la reforma electoral

Los medios de comunicación han reseñado cómo la Comisión de Asuntos Electorales del Congreso del Estado ha realizado mesas de trabajo sobre la reforma electoral por venir. Los integrantes del Instituto Guanajuatense de Estudios y Ciencias Políticas (IGECIP) hemos sido convocados a participar, al lado de los representantes de los partidos políticos y los propios diputados de la comisión. Desgraciadamente no ha habido intervención de otras organizaciones de la sociedad civil que pudieran estar interesadas en expresar sus opiniones. Mucho me hubiera gustado ver por ahí a los integrantes de “Propuesta Cívica, APN” –David Herrerías, Alfonso Machuca-, que públicamente han manifestado sus opiniones sobre el mismo tópico de la reforma. Pero no es demasiado tarde para abrir los debates a más representantes de la sociedad organizada. Los diputados locales, en particular el presidente de la comisión Ramón Rodríguez, han mostrado gran sensibilidad ante nuestras propuestas, y somos optimistas –sensatamente optimistas sobre la posibilidad de que algunas de nuestras propuestas, sobre todo las más trascendentes, puedan ser recuperadas en el cuerpo de la reforma inminente.
Contra lo que han insinuado algunos opinadores, el IGECIP es una agrupación de carácter cívico y académico, sin vínculos partidistas ni con grupos de poder. Se formalizó como asociación civil el 26 de febrero de 2003 ante el notario público número 83 de la ciudad de León. Su acta constitutiva dice que su propósito es “el estudio científico del comportamiento del ser humano frente al Estado de Derecho y el poder político”. Además el instituto “no pertenecerá ni favorecerá ninguna postura de partidos políticos”. El primero de sus objetivos es “fomentar y realizar investigación, enseñanza y práctica de la Ciencia Política y Social”. Su primer presidente fue Ernesto Arrache Hernández, a quien le tocó la dura tarea de aglutinar un conjunto variopinto de estudiosos con visiones contrastantes sobre el quehacer político, pero unidos por el deseo honesto de conocer mejor la dinámica de nuestras diferencias y la posibilidad de establecer diálogos respetuosos e informados sobre las alternativas dentro de la diversidad. Eso nos atrajo a muchos colegas, entre ellos el propio Leonardo Valdés Zurita, hoy presidente del IFE.
A fines de enero pasado el IGECIP mudó su presidencia, y ahora es conducido por Juan Miguel Alcántara Soria. Con su liderazgo el instituto pudo atraer a más estudiosos, algunos de ellos políticos en activo o en la banca. Hay que mencionar que existe un procedimiento para la admisión de nuevos asociados, donde se pondera sobre todo la actividad académica y la evidencia de reflexión escrita sobre nuestra materia.
La propuesta presentada ante el Congreso sintetiza los puntos de vista expresados por los integrantes más activos del instituto. Es seguro que no todos sus miembros están de acuerdo en todos los puntos, pero sí en los fundamentales. Sobre la reforma hemos insistido en algunos aspectos medulares, que me gustaría compartir con los lectores: 1) exclusión del ejecutivo del estado dentro del proceso de selección de consejeros y magistrados electorales, a la par del resto de entidades del país y la federación; 2) profesionalización del órgano de gobierno del Instituto Electoral del Estado de Guanajuato, avanzando a la figura del consejero electoral de tiempo completo; 3) incorporación del Tribunal Electoral al Poder Judicial del estado como tribunal especializado; 4) evitar la sobrerrepresentación de los partidos mayoritarios que se produce cuando se les asignan las dos curules que originalmente se reservan a los partidos que obtengan entre 2 y 3% de la votación; 5) garantizar que la redistritación sea obligatoria cada diez años, y que sea responsabilidad exclusiva del órgano electoral, sin la intervención del Congreso del Estado, para que su conformación sea asunto meramente técnico, no político; 6) revisar el número de diputaciones de representación proporcional, de tal forma que se garantice la equivalencia de votos y curules; 7) abrir al análisis y al debate la petición de grupos de migrantes guanajuatenses sobre la posibilidad del voto a distancia; 8) abrirse a la posibilidad de aplicar las nuevas tecnologías y modalidades para el sufragio voto electrónico, centros de votación, voto adelantado, etcétera ; 9) reforzar los mecanismos de transparencia y acceso a la información del instituto y el tribunal electorales; 10) armonizar el proceso electoral estatal con el federal en todas sus etapas y actividades, con el propósito de homologarlos y facilitar la integración de una sola mesa de casilla ampliada, con dos escrutadores adicionales para el escrutinio y computo de las elecciones locales; 11) establecer mecanismos ágiles para denunciar actos u omisiones violatorios de la ley por parte de funcionarios electorales; y otras propuestas menores, todas ellas con el objetivo de poner al día la anquilosada legislación electoral de Guanajuato.

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