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martes, 28 de septiembre de 2010

NO a la urbanización de la Bufa, 1

NO a la urbanización de la Bufa, 1



Publicado en de Guanajuato.

Para quienes creen que lo que no sale en los medios no existe, el asunto de la urbanización de las faldas de la Bufa en Guanajuato capital pasa por una fase de “calma chicha”, como dicen los marineros. Nada más falso: los grupos ciudadanos “Guanajuato somos todos”, "Rescatando los Picachos”, el “Consejo Ecologista Guanajuatense”, el Frente Cívico “Euquerio Guerrero” y muchos ciudadanos independientes, hemos asumido la estrategia de diversificar los frentes de lucha en contra de la decisión irracional del ayuntamiento de cambiar el uso de suelo en una zona impropia para la habitación humana. Se integraron cuatro nutridas comisiones de trabajo que se han abocado a definir y ejecutar estrategias en los ámbitos: 1) ecológico, donde ya hay resultados como las denuncias presentadas ante la PROFEPA, que tú puedes signar con nosotros; 2) jurídico, que explora los procedimientos legales a nuestro alcance y los recursos que hay que prever ante el plebiscito; 3) el arquitectónico-patrimonial, con denuncias ante la UNESCO, el ICOMOS y las organizaciones responsables de la preservación de los valores culturales y naturales de nuestro país y del mundo, y 4) social y político, que se responsabiliza de la movilización, la información y el vínculo con organizaciones de la sociedad civil que comparten nuestros ideales.

Hemos informado a la sociedad mayor que acudiremos al plebiscito bajo protesta por la enorme inequidad que contempla la actual ley de participación ciudadana. El ayuntamiento dio una señal de buena fe cuando decidió aceptar el resultado del plebiscito sin importar que no se logre superar el imposible 50 por ciento de los votantes que dicta la ley para hacerlo vinculante. Lo que no aclaró es si mantendrá la mayoría calificada para definir la opción ganadora en el 60% de los votos. Éste puede ser el as bajo la manga que esconde una administración que ha demostrado muy poco apego a la palabra dada.
Ya estamos padeciendo esta inequidad cuando observamos que el ayuntamiento puede “informar” sobre los motivos de su decisión, y para ello puede hacer uso de su personal, sus programas sociales, sus recursos de comunicación social y la capacidad de chantaje y coacción que todo gobierno puede ejercer sobre los sectores más desprotegidos -y poco informados- de la población, a quienes ya se les vende la idea de los empleos -¡50 permanentes!-, el “progreso” y las bondades de un proyecto que en realidad sólo beneficiará a las clases medias y altas de esta población.
Manifestación de hoy frente al Congreso del Estado, 28 de septiembre 2010

Nosotros, sin recursos, debemos combatir estos engaños y hacer ver que el proyecto no prevé ningún desarrollo de vivienda popular y de interés social. Será un enorme fraccionamiento cuya estrategia de comercialización se basará en un plusvalor formidable, gracias al increíble paisaje que se goza desde esas lomas, hoy vacías. Los empleos temporales serán como albañiles y peones, personal que en buena medida vendrá de fuera; los trabajos permanentes serán como vigilantes, jardineros, afanadoras, dependientes, choferes y otros subempleos. El ayuntamiento será el verdadero generador de empleos, pues deberá contratar a más policías, más personal de limpia, más agentes de tránsito y más de todo, para atender a una población de casi 5 mil personas, que poseerán entre 800 y 1200 automóviles.
Este jueves, con motivo del informe del licenciado Nicéforo Guerrero, tendremos que volver a recordarle de viva voz sus compromisos incumplidos y la demanda de detener esta urbanización, que sólo busca beneficiar a un particular en perjuicio de quienes vivimos en esta todavía hermosa cañada. ¡Acompáñanos vistiendo de blanco! Llega lo más temprano que puedas: vale la pena.


martes, 14 de septiembre de 2010

La pequeña Roma del Bajío

La pequeña Roma del Bajío



Publicado en de Guanajuato.

Dentro de la colección de monografías históricas municipales de Guanajuato que está lanzando a la luz la Comisión Estatal del Bicentenario, destaca por su buena factura y su facilidad de lectura, a pesar de su abundancia de datos, la que el maestro Josué Bedia Estrada ha elaborado sobre la pequeña Roma del Bajío.
El extenso y muy documentado libro lleva por título “Romita, historia y destino”. Lo novedoso de esta monografía es que el autor emplea varios recursos didácticos que le dan al texto un ritmo que impide el aburrimiento, incluso cuando debe exponer los datos áridos de la geografía, la orografía, servicios y demás información puntual sobre el joven municipio.

Don Josué desde el principio advierte que no es historiador; pero quizás eso mismo le da al libro su frescura y agilidad. El autor reconoce con gran honestidad que él ha recolectado visiones del pasado romitense que no están avaladas por las fuentes documentales y formales de la historiografía académica. La escasez de esas mismas fuentes formales podría condenar al historiador a declarar a Romita como un municipio “sin historia”. Nada más falso, y don Josué lo demuestra con creces apoyándose en la memoria colectiva de un conjunto de “viejitos” locales –me choca el eufemismo “adultos mayores”- y en libros o documentos que hacen referencia indirecta a Romita. Gracias a esas fuentes alternas nos presenta un texto amplio, muy bien sustentado e innovador en su forma de presentar la información.
El autor echa mano de estrategias muy originales, como insertar dichos populares que ha recolectado entre los mayores de su pueblo. También pasa de contrabando historias y leyendas que salpican aquí y allá la relación más formal de los datos capitulares. En otras monografías he criticado la inserción de los aburridos e intrascendentes datos y tablas estadísticas, que sólo distraen y alejan a la monografía de su objetivo histórico principal. En este caso debo retirar mi crítica, pues el autor adorna los datos estadísticos con simpáticas alusiones al anecdotario histórico. Por ejemplo, en el capítulo sobre servicios públicos expone la situación actual del sistema de agua potable y alcantarillado del municipio; pero de inmediato nos comparte la memoria colectiva y nos regala la imagen vívida de los sufrimientos que padecieron los romitenses de principios del siglo XX con la disposición de sus inevitables heces fecales: “algunas casas tenían sus excusados de madera: al levantar ésta porque ya te andaba (hacer del cuerpo), salía un olor que te perforaba la nariz, te noqueaba y te dejaba estampado en la pared. Y cuando estaban repletos, como barquillos, sacaban el aromático contenido en barriles, los trepaban en carros de mulas y los iban a vaciar, esparciendo su bouquet por las calles, a los tajos de las orillas.” El lenguaje coloquial es fresco. Y muchos comentarios humorísticos, irónicos y medio filosóficos acompañan el desfile de la información dura y pura. Su estilo me recordó el del pueblerino Margarito Ledesma, quien no podía abordar un tema serio sin acompañarlo de sus comentarios y reflexiones que desternillan a uno de risa.
Romita, la casa de José María Liceaga, ese joven héroe de la independencia que participó en casi todas sus gestas desde 1810 hasta 1818, tiene ya una muy buena monografía qué presumir. Don Josué y sus “viejitos” romitenses –dicho con todo cariño-, nos comparten con alegría sus recuerdos.
Junta de Zitácuaro. Declaración de Independencia.

Esta monografía pronto estará consultable en este nexo.


martes, 7 de septiembre de 2010

El plebiscito en los estados

El plebiscito en los estados



Publicado en de Guanajuato.

La convocatoria del Instituto Electoral del Estado de Guanajuato, para aplicar un plebiscito sobre el cambio de uso de suelo en las faldas del icónico cerro de la Bufa en la ciudad de Guanajuato, obliga a revisar dónde más existe en nuestro país este recurso legal. Este va a ser un plebiscito fundado en una Ley de Participación Ciudadana estatal (Decreto 130, P.O. 126, 2ª parte, 22 de octubre de 2002) que fue emitida por la LVIII legislatura, bajo una tendencia nacional que demandaba más y mejores instrumentos para facilitar la intervención de los ciudadanos comunes en la valoración de los actos de gobierno. Se vivía aún la euforia “democratofílica”de la alternancia presidencial foxista. Se le apostaba a la democracia directa y a la consulta popular, ante el descrédito de gobernantes y partidos. Varios estados ya habían legislado y adoptado el referéndum y el plebiscito, incluso la iniciativa popular, desde la década anterior.
Santiago Hernandez Ornelas y Nicéforo Guerrero.
30 de agosto. Foto: a.m.

Alfredo Sáinez publicó en Correo el 14 de febrero pasado: “nuestra Carta Magna no reconoce la figura de iniciativa popular o ciudadana. En contraste, las constituciones de Baja California, Baja California Sur, Colima, Chiapas, Chihuahua, Distrito Federal, Durango, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala y Veracruz, sí la contemplan.” ¡23 estados! Pero no así el ámbito federal, a pesar de que fue una de las propuestas de reforma política que presentó el presidente Calderón a inicios de este año.
Cada uno de los 23 estados tiene normatividades muy diferentes: algunos otorgan grandes facilidades para el desarrollo de estos recursos, como el Distrito Federal, Morelos o Veracruz, y otros son tremendamente restrictivos, como Guanajuato y Tabasco. Sobre todo en lo referente al carácter vinculante o no del resultado del plebiscito. Jalisco, por ejemplo, no demanda un umbral mínimo en la votación para que el resultado sea vinculante para la autoridad. En Baja California se pide que haya votado una cuarta parte del padrón, para que sea vinculante. Tamaulipas sólo pide que haya votado más de un tercio de la lista nominal. Guanajuato exige que vote más de la mitad de la lista nominal, y el triunfo sólo se obtiene con la mayoría calificada del 60% más uno. Es la más restrictiva del país. Recomiendo el interesante artículo de David Zayas “Los mecanismos de democracia directa en México: el plebiscito y el referéndum en las entidades del país”, publicado en 2007 en la revista Noésis, de la UACJ.
El plebiscito se basará en la pregunta: ¿Aprueba la decisión del ayuntamiento de Guanajuato que autorizó la posibilidad de cambio de uso de suelo del predio denominado granja La Bufa, de parque urbano y de preservación ecológica a zona de comercio y habitacional? Desde mi visión, no induce una respuesta. Tal vez esto tenga preocupado a más de alguno en la presidencia municipal. Dudo que muchos cuevanenses digan sí a la depredación de una zona ecológica. Dudo también –y mucho- que logremos superar el 50% de votantes en urnas, pero de todas formas un resultado a favor del NO haría ver muy mal, de nuevo, a nuestras necias autoridades.

A la opinión pública

A la opinión pública:

Es de conocimiento general que las agrupaciones y ciudadanos abajo firmantes nos hemos manifestado abiertamente a favor de la preservación ecológica del área natural que la constructora AZACAN pretende urbanizar con el consentimiento y apoyo del actual ayuntamiento de la ciudad de Guanajuato. Hemos dicho que recurrir a un plebiscito para decidir si se urbaniza o no las faldas de los cerros de La Bufa y El Hormiguero, que hoy son áreas de preservación ecológica, es un ACTO ILEGAL y desproporcionado para enmendar un error del ayuntamiento que busca beneficiar a un particular por encima del interés general de los habitantes de la ciudad.

El IEEG le ha dado su venia al ayuntamiento para una consulta inédita, bajo una ley diseñada para dificultar la participación ciudadana. A la OPINIÓN PÚBLICA le decimos que VAMOS AL PLEBISCITO BAJO PROTESTA, y que no renunciamos a ejercer nuestro derecho a informar y sensibilizar a nuestros conciudadanos, a quienes convocamos a participar en las urnas para detener un acto que es ILEGAL y ATENTATORIO contra nuestro patrimonio urbanístico y natural.

Además queremos que la OPINIÓN PÚBLICA sepa que no por ello dejaremos de lado las acciones legales, las movilizaciones y cualesquier otras acciones de protesta y de resistencia pacífica pero enérgica, a las que invitamos a toda la población, para preservar un área natural que es patrimonio de todos los guanajuatenses.

Al presidente municipal de Guanajuato, licenciado Nicéforo Guerrero Reynoso, le recordamos que no ha cumplido con su Plan de Gobierno 2009-2012; que no se ha ocupado, como prometió, de poner orden en el caótico crecimiento de la ciudad; que se ha burlado de nosotros en diferentes ocasiones, pero en particular cuando aceptó firmar nuestra petición de revocación del acuerdo del ayuntamiento del 13 de julio del 2010, a sabiendas de que no compartía su contenido. ¿Recuerda usted que lo firmó señor Presidente? ¿Recuerda el día de la Cueva? Eso es no tener palabra.

El licenciado Guerrero y su ayuntamiento han decidido gastar más de un millón de pesos en este plebiscito, comprometiendo aún más las precarias arcas municipales, para financiar una consulta inútil. Inútil porque no hay forma realista de que el resultado sea vinculante, y porque aún si esto se pudiera, luego de dos años la consulta pierde valor jurídico. Tal decisión es profundamente irresponsable en un municipio con tantas carencias y necesidades. Así, el licenciado Nicéforo Guerrero y la mayoría de su ayuntamiento se han constituido en representantes oficiosos de los intereses de un particular.

El plebiscito al que han llamado puede ser visto como elecciones anticipadas para la alianza política que hoy gobierna el municipio de Guanajuato. La ciudadanía les pasará factura en las urnas por su pésima forma de gobernar.

Esperamos que los partidos políticos cumplan con el compromiso legal de no meter las manos en un proceso que, a pesar de las condiciones adversas mencionadas, deberá constituir un ejercicio de democracia directa donde el pueblo pueda decirle NO a la autoridad injusta e indigna.

Repetimos: ¡No a la Urbanización de la Bufa y los cerros de Guanajuato! ¡Sí al desarrollo ordenado, consensuado y en beneficio de la sociedad y de la naturaleza! Advertimos: no dejaremos pasar ni un proyecto más que busque burlar la ley y depredar el lastimado entorno que constituye el patrimonio cultural y natural de los guanajuateños. ¡Ya no más, señor Presidente!


La Bufa, El Hormiguero y áreas aledañas
son patrimonio natural, cultural
y artístico de los guanajuatenses

No al cambio de uso del suelo
Que se declare Área Natural Protegida

Guanajuato Somos Todos, Consejo Ecologista Guanajuatense A. C.,
Rescatemos los Picachos y ciudadanos de Guanajuato. 

viernes, 3 de septiembre de 2010

Plebiscito inútil

Plebiscito inútil



Publicado en Milenio de León, y en Gurú Político.

En la ciudad de Guanajuato hemos llegado a un estadio de incomprensión y sordera mutuas entre una autoridad municipal obcecada y autoritaria, y una ciudadanía desesperada por no encontrar respuesta a su demanda de detener un nuevo ataque a una de las pocas zonas de preservación ecológica del municipio: la cuenca ubicada en las faldas de los icónicos cerros de La Bufa y Los Picachos. El ayuntamiento se niega a revocar el acuerdo que tomó el 13 de julio pasado -nefasto martes 13- que otorga la factibilidad para el cambio de uso de suelo al predio denominado “Granja La Bufa”, de zona de preservación ecológica y parque urbano, a zona habitacional de densidad media, de equipamiento urbano y de comercio y servicios. Una expansión de la mancha urbana sobre un territorio accidentado, lastimado por el trazo agresivo del nuevo acceso Diego Rivera, y con un delicadísimo entorno ecológico. Un nuevo asentamiento que responde al interés de negocios de una constructora, de un particular que ha demostrado tener capacidad para la coacción de todo un ayuntamiento, sin distingos partidistas. Un negocio que parte del aprovechamiento ilegal de información privilegiada sobre la inminente construcción del nuevo acceso mencionado.

El pretendido “desarrollo” vendría a sumarse a las complejidades de una ciudad asentada sobre un terreno poco propicio para la habitación humana. Varios especialistas han expresado públicamente sus reservas o su rechazo al proyecto, ante la enorme dificultad para proveer de servicios básicos al fraccionamiento y a los comercios que se establecerían. Serían 900 casas, 4,200 personas y 1,200 vehículos, que se sumarían a los 70,798 habitantes del casco urbano de Guanajuato –Conteo INEGI 2005- y más de 20 mil autos y camiones que hoy agobian nuestro tráfico callejero.
La necedad del municipio refleja desesperación. Saben que no tienen razón, pero el compromiso es demasiado grande, y ha mantenido unidos a síndicos y regidores del PRI, PRD y PAN, incluso en contra de las indicaciones de sus dirigencias estatales. Saben que han cometido muchos errores, entre ellos el último del que nos hemos enterado: basaron su acuerdo en un Estudio de Compatibilidad Urbanística que funda sus considerandos en el Plan de Desarrollo Urbano de 1994, cuando existe un Programa de Ordenamiento Territorial (POT) municipal validado y publicado en el Periódico Oficial del Estado de Guanajuato del 17 de noviembre de 2006, segunda parte, que en su página 39 ordena: “[…] se protegen aquellas zonas de valor escénico, con las que cuenta el municipio, como es el caso de la Bufa, cuyo peñón se mantiene libre de cualquier tipo de desarrollo, así como la zona del Orito, y el mantenimiento de la poligonal que conforma el Área Natural Protegida de la Cuenca de la Esperanza”. Claro, el gobierno puede hacer una interpretación letrística y alegar que sólo el peñón está protegido; el resto puede ser invadido por la mancha urbana.
El IEEG otorgó su visto bueno al plebiscito basado en un argumento que me parece increíble que haya sido manejado por el municipio: “[…] tal como lo afirma el Ayuntamiento solicitante, la posible afectación al entorno ecológico podría incidir directamente en la vida comunitaria, razón por la que el asunto se considera trascendente para el interés de la colectividad de vivir en un medio ambiente adecuado para su desarrollo y bienestar.” Pero es el ayuntamiento quien propicia la afectación potencial del entorno con el otorgamiento de la factibilidad en el cambio de uso de suelo. Es increíble la cara dura de los políticos cuando se trata de justificar lo injustificable.
El gasto en el plebiscito es excesivo desde mi punto de vista. No lo digo por las cuentas que presentó el IEEG, sino por la inutilidad del ejercicio. Ya hemos puesto en evidencia que la ley fue diseñada para que los gobiernos de Guanajuato se laven la cara, aparentando que están abiertos a la democracia directa, pero sin que se permita una posibilidad real de afectar las decisiones oficiales. Sabemos que las condiciones que estipula la Ley de Participación Ciudadana estatal en sus artículos 32 fracción II, 33 y el último párrafo del artículo 34, hacen prácticamente imposible para la ciudadanía echar atrás las acciones administrativas de los gobiernos municipales. Se exige superar un umbral del 50% más uno en la participación de los electores. Luego se demanda una mayoría calificada del 60% de los votos emitidos para lograr el triunfo en el plebiscito. Y más aún: en el lejanísimo caso de que triunfe el rechazo a la decisión de gobierno, su efecto restrictivo se limita a dos años.
¿Para qué gastar un millón 140 mil pesos? ¿Para bendecir el proyecto de un particular? Los que apoyaremos la opción del NO, tendremos que competir sin recursos contra el ayuntamiento y el poderoso empresario. No dudo que se desvíen recursos de programas sociales hacia la campaña “de información” que posiblemente emprenda el gobierno municipal. Y digo posiblemente, porque el municipio puede ganar el plebiscito sin mover un dedo, simplemente apostándole a que la gente no acuda en número suficiente a votar. Sin el 50% más uno de participación la opción del NO será derrotada sin remedio, incluso cuando haya logrado mayoría de votos entre los que hayan acudido al plebiscito. El surrealismo total.