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martes, 14 de diciembre de 2010

Autoridad acorralada

Autoridad acorralada

Publicado en de Guanajuato.

La sesión del ayuntamiento de Guanajuato capital celebrada el viernes 10 pasado fue muy especial por un par de motivos. Primero porque fue la primera ocasión –que yo tenga memoria y he trabajado la historia de los últimos cien años de nuestra ciudad- en que la autoridad debió revocar un acuerdo suyo en respuesta a una impresionante presión ciudadana, que se materializó en el 84% de voto negativo en el plebiscito del domingo 5.
Segundo porque se cometieron varios errores inútiles, como el de haber obviado la lectura del nuevo acuerdo, siendo que el numeroso público presente deseaba conocer el contenido del mismo -bueno, al menos los que acudimos sin ser acarreados por los líderes de Colonias Unidas, que coparon los lugares disponibles con humildes señoras y niños que se aburrieron como nunca en su vida-. Era asunto de sensibilidad política: convenía que se leyera el acuerdo, de tan sólo dos cuartillas y media, a fin de atajar cualquier “sospechosismo” por parte de los opositores al anterior acuerdo. Otro error inexplicable fue haber abordado en la misma sesión otros puntos que evidentemente buscaron premiar a la agrupación clientelar Colonias Unidas: la regularización de predios en los asentamientos donde ejercen su capacidad de chantaje los líderes oportunistas de siempre. No hay que hacer cosas buenas que parezcan malas, dice el sabio dicho popular. Es posible que esa regularización no tenga nada qué ver con el asunto de la Bufa, pero ¿para qué juntarlos? Hasta políticos novatos como el bravucón síndico priísta podrían entenderlo –o eso creo.

En fin, el asunto 4 del orden del día consistió en la aprobación del punto de acuerdo que revocó otro punto de acuerdo, el del 13 de julio, que provocó la inmensa molestia ciudadana. El punto revocado otorgaba la factibilidad de cambio de uso de suelo del predio “Granja la Bufa”, ubicado a tan sólo 622 metros de la base del cerro más emblemático de la ciudad. Sin embargo, el nuevo fallo fue atacado por el profesor Francisco Licea Montiel, regidor del PAN (como antes lo había sido del PRI), quien invocó el carácter ilegal de otro acuerdo, del 9 de septiembre, que estableció el compromiso del ayuntamiento de respetar y cumplimentar el resultado del plebiscito aunque no se alcanzase el 50% de participación ciudadana definido por la ley respectiva. Reconoció haber votado a favor del mismo, y que no quería volver a cometer errores… ¡y volvió a cometer otro al ser el único edil en votar en contra! Con esto se evidenció como uno de los regidores más contradictorios en su actuación, pues en el origen de este asunto él había sido uno de los pocos ediles que pensaron seriamente en echar atrás el acuerdo del 13 de julio.

El junior...
Vale la pena detenerse en el largo alegato que espetó el síndico Gabino Carbajo junior: en una pieza de pobre oratoria, improvisada y por lo mismo plagada de antipolítica, se dedicó a descalificar a los movimientos sociales que se opusieron al desatino del ayuntamiento. Abusando de la posición privilegiada de ser miembro de un cuerpo edilicio soberano, que no admite diálogo más que por invitación, se dedicó a descalificar ciudadanos. En especial se refirió a mi persona, acusándome de haber mentido en mis aseveraciones sobre este tema. Afirmó que me lo había reclamado cara a cara. Y sí lo hizo, pero de muy mala manera: fustigándome con insultos en el estacionamiento cercano al edificio municipal. Ahí me reclamó, furibundo, de haberlo acusado de “ladrón”; lo confronté y le pedí que en concreto me indicara dónde lo acusaba yo de tal cosa. Cambió su versión y me espetó que había insultado a todo el ayuntamiento al acusarlos de corruptos; de nuevo le pedí –y le pido- que me muestre dónde expreso yo tal acusación. De nuevo cambió el tema y me reclamó por una fotografía de la Bufa y por haber “engañado a la gente” al afirmar que el desarrollo se daría sobre los cerros. Nueva patraña, que le convoco públicamente a probar con alguna evidencia basada en mis escritos o en mis participaciones televisivas. En mi blog personal puede encontrar todas mis publicaciones periódicas recientes.
Lamento que la autoridad responda con rencor y agresividad hacia los ciudadanos que nos hemos manifestado contrarios a sus decisiones. Ejercemos un derecho constitucional, y ellos están obligados a conducirse con respeto y ecuanimidad. Pero es evidente que esas preseas no adornan sus pechos.


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